Sinopsis: "Desde los orígenes de la civilización, él fue venerado como un dios. Apocalipsis, el primero y más poderoso de los mutantes del universo X-Men de Marvel, se hizo con los poderes de otros muchos mutantes, convirtiéndose en inmortal e invencible. Tras su debilitamiento después de miles de años, su desilusión hacia el mundo le obliga a reclutar a un grupo de poderosos mutantes, incluyendo al descorazonado Magneto, para purificar a la Humanidad y crear un nuevo orden mundial, del cual estará al frente. Mientras el destino de la Tierra pende de un hilo, Raven, con la ayuda del Profesor X, tendrá que liderar un equipo de jóvenes X-Men para detener a su mayor enemigo y salvar a los seres humanos de la destrucción total."
Dejando a un lado la notable actuación de Oscar Isaac como Apocalypse, centrémonos en la curiosa aportación de Jean Grey al universo cinematográfico de Fox. Es evidente que la Saga del Phenix Oscuro volverá a la pantalla grande, y espero de corazón que se ciñan al cómic y no a la horripilante tercera entrega de la trilogía original. Sophie Turner es una magnífica Grey. Físicamente la mejor elección, y su papel de marginada y temida por todos le viene que ni pintado. A pesar de pasar casi todo el film como una Jean Grey predecible y que no pintaba nada en la trama, acabo siendo la qué derrotó al mismo Apocalypse con la aportación del Phenix. Sí, amigos. Se dejó poseer por el Phenix y la imagen se nos presentó idéntica a lo que hemos visto durante años en las viñetas.




