Hace apenas un día se emitió por televisión el esperado debate a cuatro, en el que pudimos ver a los representantes de las principales potencias políticas que aspiran a gobernar nuestro país. Existen ya muchos artículos y videovlogs en los que se hace un exhaustivo examen minuto a minuto de dicho acontecimiento, por ello en las futuras líneas me limitaré a aportar mi humilde punto de vista.
Evidentemente la gran atracción era Rajoy. El presidente en funciones de España volvió a deleitarnos con un conjunto de ticks y frases sin sentido (sin olvidar las mentiras en su discurso). Me preguntó si es esa la imagen que queremos para un Presiente de Gobierno: alguien que puede expresarse bien o mal pero que lo hace para defender la corrupción y las medidas retrogradas ante la crisis económica.
Por otro lado, teníamos a Pablo Iglesias. Muchas encuestas lo han dado como ganador del debate. La formación que ostenta el de Vallecas se hizo notar. Su tono fue el correcto, a pesar de elevarlo en varias ocasiones. Pero fue el Pablo desenfadado lo que captó a sus votantes. No todo fue perfecto en el líder de Unidos Podemos, ya que durante el turno de otros políticos se dedicó a mover la cabeza y gesticular. Era evidente que intentaba con todas sus fuerzas que los millones de telespectadores no creyesen el discurso de sus rivales. Pero sobreactuó.
Otro que también lo hizo fue Rivera. Quizás el más maleducado en la noche del pasado lunes. Con un discurso que rozaba la demagogia y con sus ya más que habituales gestos de desprecio hacia la izquierda, Rivera estuvo en el punto de mira durante todo el debate. Probablemente se equivocó en su estrategia. Puede que fuese cosa de sus asesores, pero erró.
Por último, el Obama Español. Pedro Sanchez paso desapercibido. Con un minuto final al más puro estilo old school, su intervención estuvo llena de dudas. En su primer turno pareció comerse a besos a la formación de Iglesias. Sin embargo, en su siguiente oportunidad pareció enterrar toda opción de un pacto progresista. Como digo, fue una intervención llena de dudas y no muy convincente.
Nos encontramos en una situación histórica. Nunca antes sucedió algo así: España no consiguió formar Gobierno. Puede que en las siguientes elecciones veamos a muchos partidos tragarse sus palabras y pactando con otros por el bien de los españoles (o por sus propios intereses). Lo único que queda patente es que los votantes cada vez están más hartos de la situación política actual. España es un país grande, en el que viven grandes personas. Merecemos un gobierno nuevo, fresco y que miré hacia adelante con un punto de vista progresista y para nada conservador.
P.D.: Os recomiendo buscar en Internet los memes de Rajoy... No tiene desperdicio.
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El Debate.
miércoles, 15 de junio de 2016
Publicado por El diario de Solrac en 6:19 | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |
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