El Diario de Solrac

Mis expectativas con esta novela quizás eran demasiado altas. O quizás no debí leer antes al siempre elegante Ken Follet. A su lado la pobre Sally Green parece una simple aficionada a la lectura con demasiado tiempo libre y mucha imaginación. Sin embargo, el mundo que la autora nos plantea es más que interesante. Centrada en Reino Unido y con una sociedad contemporánea, la obra nos cuenta la historia de Nathan, un pobre y desdichado niño que nació en el lugar y momento equivocados (o puede que el fallo sea quién es su padre... sí, el fallo es su padre).

La primera mitad del libro es un constante ir y venir. Del pasado al presente y viceversa. Tardaba varias párrafos en ubicarme tras cada capítulo. Quizás el narrador en primera persona no sea la mejor idea para los flashback, querida Sally...

Dejemos a un lado a la escritora y centrémonos en la trama en sí. La historia es buena, no hay duda. Es predecible, pero es buena. Quizás porque se pasan todo el libro adelantándonos el momento de la entrega de los regalos a los diecisiete, o porque en cada diálogo el protagonista es Marcus (el padre/fallo de Nathan, sí). El caso es que si sumamos dos y dos podemos adelantar la resolución de la trama. Pero El Lado Oscuro es una gran novela, a pesar de todo. Probablemente no por la historia que contienen sus 300 y pico páginas, sino por el mundo que se nos presenta: Brujos Blancos y Brujos Negros; mezclas de sangre; dones poderosos (menos el de pociones, o eso nos quieren dar a entender).

La autora nos da la oportunidad de adentrarnos en un mundo de magia en el que los Brujos Blancos han monopolizado el poder y pretenden someter a los Brujos Negros. Ante esta horrible visión de una sociedad puramente Blanca, el protagonista no es ni más ni menos que el hijo de una Bruja Blanca y el mayor y más poderoso de los Brujos Negros. Evidentemente será un marginado toda su niñez. Y, tras un flashback (cómo no), tenemos ocasión de echar un ojo a cómo fue la vida de Nathan antes de acabar en su querida y amada jaula: soledad, dudas y, evidentemente, amor. Y no un amor cualquiera, sino el amor de su vida: Annalise. Una Bruja Blanca, hija de Cazadores (se rompieron la sesera buscando nombres...) y miembros del Consejo. Estos últimos fueron los grandes responsables de que Nathan tuviera una infancia de perros.

Tras conocer su infancia y sentar las bases de una historia, como digo, predecible, volvemos al presente y a la jaula de Nathan. Tras pasar por tres o cuatro capítulos de relleno al más puro estilo Dragon Ball Z, nos topamos de frente con la acción (oh, si). Persecuciones. Huidas. Espionaje. Por un momento parecía estar leyendo el guion de una película de Jason Stathan. Pero no todo iba a ser acción. Esta novela también tiene cabida para la intriga. Y así, al más puro estilo Dan Brown (cuántas referencias estoy haciendo en esta reseña, por Dios), Nathan se ve obligado a encontrar a varias personas que conforman una cadena de personajes a cada cual más interesante. Tras encontrarlos a todos, y conocer a varios personajes más de relleno, Nathan encuentra a la todopoderosa Mercury, la cual le ayudará a entregarle los tres regalos y la sangre de un antepasado suyo para que pueda convertirse en un verdadero Brujo Negro (y esta última línea es el mejor resumen del libro). Pero no todo es de color de rosa. Los Cazadores dan con ellos, tras una persecución y la muerte de Rose (relleno y más relleno), y todo parece perdido (salvo que sabemos que el libro es la primera parte de una trilogía y nada puede salir mal. Esto no es Juego de Tronos, amigos). Es entonces cuando aparece el final boss: Marcus. Tras una charla, que a veces no entendía muy bien, entre padre e hijo, Marcus le da los tres regalitos y su sangre a Nathan y pim-pam toma lacasitos ya es una Brujo Negro.

Y fin. Ya está.

Como digo, es una historia predecible, pero que engancha. Tal vez el modo de escribir de la autora no sea el mejor que mis ojos hayan leído.

"El Lado Oscuro" obtiene una puntuación de 6/10

P.D.: El verdadero "lado oscuro" sabemos a quien pertenece...