Sumergidos ya en el siglo XXI, uno se puede permitir ciertas reflexiones sobre si lo estamos haciendo bien, sobre si lo estamos haciendo mal... Quizá la respuesta a estas cuestiones sea exclusiva de cada uno y de cada una. Personalmente, la respuesta es no.
Es NO mientras exista gente comiendo platos de 200€ y haya gente que pasa hambre. Es NO mientras personas superadas por la desesperación son desahuciadas y otros tanto tengan dos viviendas, una para invierno y otra para verano. Es NO. Y seguirá siendo NO porque nos hemos hundido tanto en la inmoralidad, que cualquier pensamiento que contradiga nuestro modo de vivir se convierte en una utopía. Nadie cree que se pueda solucionar el hambre en el tercer mundo; porque es una utopía. Nadie cree que se pueda crear una sociedad más humanitaria y no tan consumista; porque es una utopía. Nadie cree en nada, pero todos lo deseamos.
Vivimos cómodos. A pesar de nuestros triviales problemas diarios, vivimos cómodos. Y que nadie nos toque esa comodidad. Porque todos deseamos que ese niñito, huesudo y rodeado de moscas que sale a la hora de comer por la televisión para que alguna familia lo adopte, deje de pasar hambre. Pero nos gusta la comodidad. Y nos gusta escudarnos en el argumento de la utopía. Porque no vale con desearlo. Hay que dejar de vivir tan cómodos y mirar fuera de nuestros cómodos muros, mientras miramos la televisión en nuestro cómodo sofa, a la vez que nos bebemos una cerveza cómodamente. Hay que dejar de desear que ese niño no pase hambre y actuar. No hace falta trasladarse a África Central, sino actuar dentro de unos límites racionales y ayudar, sin necesidad de convertirse en un nuevo mesías.
Hay que convertir la utopía en una palabra en desuso. Transformarla en algo alcanzable. Y dejar de desear y empezar a actuar.
Pero todo esto, todas estas líneas, no son más que una mera reflexión cargada de rabia y frustración. Es imposible recuperar la situación. Y por recuperar la situación me refiero a conseguir un mundo moral, en el que todos partimos de las mismas oportunidades, y son los hechos de cada uno los que dictaminan el futuro de estos. Es decir, por recuperar a la situación me estoy refiriendo a una utopía...
Hemos vivido tantos siglos con la misma moral que la que posee una piedra, que ahora es inimaginable recuperar tantos actos reprobables. Por eso, mi respuesta es NO.
P.D.: "La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un porvenir mejor." Anatole France.
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