El nombre de J.K. Rowling es de sobra conocido. Ya forma parte de la historia de la literatura. Pasó de corriente a multimillonaria en cinco años. Sin embargo, eso no es lo que nos atrae hoy a este blog. Hoy, quisiera comentar la verdadera obra de la escritora británica. No me refiero a la saga Harry Potter. Esto es algo mucho mayor.
Más de 450 millones de copias vendidas son un número más que suficiente para decir que Rowling es una de las personas con más influencia sobre los demás en el mundo. Todos y cada uno de los que hemos leído alguno de sus libros nos hemos empapado de su encanto de alguna manera u otra. Y es que no es un secreto que el modo de construir personajes de la escritora roza la perfección; además de ese don que tiene para crear situaciones y transmitirlas en el papel de un modo sublime. La saga de Harry Potter está, por lo tanto, repleta de personajes únicos y momentos épicos. Cada libro y cada página tienen un toque que hace diferente las historias del joven mago. Por eso, no es casualidad que su fama haya llegado a tales extremos, y hoy -comenzado ya el 2017- el universo de Harry Potter sigue creciendo, sin indicios de dejar de hacerlo en algún momento.
J.K. Rowling nos ha ofrecido momentos únicos en nuestra infancia. Gracias a ella descubrimos lo reconfortante que podían llegar a ser unas cuantas páginas. Gracias a ella vimos lo que era ver mundos inimaginables sin salir del dormitorio, o sin encender la televisión. Gracias a J.K. Rowling, millones de niños en el mundo son lectores hoy día. Ésta es la verdadera obra de Joanne Rowling.
Pocas son las personas con verdadero poder en el mundo. El dinero no da poder. Te otorga la capacidad de hacer sentir a los demás miedo. Pero no poder. El poder es algo muy difícil de obtener, y más difícil aún de usar. J.K. Rowling no obtuvo poder una vez vendió sus primeros millones de copias. Lo consiguió cuando un puñado -un gran puñado- de niños comenzaron a leer las aventuras de Harry Potter y la Piedra Filosofal. Ahí, en ese preciso momento, Rowling tenía el poder de llegar a esos niños a través de sus páginas, y transmitir cualquier tipo de mensaje. Por suerte para nosotros, la escritora británica llenó sus 7 libros de la saga mágica con amistad, valor, superación, amor y muchos más mensajes repletos de afecto que hacen que un niño que lee esas páginas crezca hasta convertirse en una buena persona.
No somos conscientes de lo que la literatura es capaz de hacer en las personas. No solo a efectos médicos -combatiendo el estrés, insomnio, depresiones y demás-, sino a efectos de comportamiento. La literatura tiene poder. Un verdadero poder, si me permitís. Y es que la literatura puede cambiar a las personas. Les otorga conocimientos. Les otorga capacidad de crítica -algo sumamente importante en esta sociedad que no para de atosigarnos con replicar sus egocéntricos ideales-. Les otorga el poder de defenderse verbalmente ante cualquier tesitura, nos da vocabulario. La literatura es el arma más poderosa y, por suerte, casi siempre se usa para bien.
J.K. Rowling es una maestra de la literatura. Gracias a ella, muchos blogs como éste se sostienen en gran medida a reseñas de libros. Reseñas que sin su empujón no habríamos llegado a escribir nunca.
Sin más, me despido. No sin antes dar las gracias, no solo a Rowling, sino a todas y todos los autores que han logrado que a mis 21 años diga con orgullo que estoy enamorado de la lectura.
P.D.: También lo estoy de Emma Watson, sí.
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La Gran Obra de J.K. Rowling.
sábado, 21 de enero de 2017
Publicado por El diario de Solrac en 5:40 | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |
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