He querido dejar correr un par de semanas desde que finalizaron los exámenes de la universidad para plasmar una pequeña reflexión en forma de texto. No por nada en especial, sino porque de haberme puesto a escribir tras terminar el último examen, el artículo constaría de palabrotas y mensajes a las madres de los profesores.
Si alguno o alguna de los que leéis esto está sumergido en medio de una carrera universitaria, sabréis de primera mano el estrés y la presión a la que estamos sometidos. Meses y meses de clases y profesores leyendo unas diapositivas con cero actitud, para que luego te obliguen a memorizarlo todo y a vomitarlo sobre un papel durante 3 horas sin sentido. Esa es la educación que tenemos, amigos y amigas.
Dejando a un lado la ESO y el Bachillerato, donde hay más energúmenos -los cuales están en un aula de enseñanza porque sus padres lo obligan-, la universidad debería de ser un lugar donde el afán de conseguir conocimientos para tu futuro empleo sea lo primordial. Sin embargo, nos encontramos ante un cúmulo de egos y prepotencia por parte de algunos profesores, muchos de los cuales han terminado en la enseñanza universitaria porque su querido y enmarcado título de doctorado no les ha permitido destacar en el campo de la investigación (mi carrera es de ciencias y mis argumentos se basan en lo que vivo y veo en mi facultad). Estos "profesores" llegan al aula con un extensísimo material didáctico... un puto pen-drive. Eso es. Una memoria extraíble con diapositivas, copiadas de los libros que luego nos obligan a memorizar ENTERITOS. Muchos ni siquiera se dignan a borrar la parte en la que pone "Resumen del Tema" que aparece al final de cada tema de los ya mencionados temas. Pero ojo, cuidado... Cuando llega la hora del examen, dejan bien claro que hay que saberse todas y cada una de las páginas que ellos no se han dignado a explicar o debatir a lo largo de un jodido semestre.
No quiero hacer esto muy extenso. Pero mi sensación tras pasar los exámenes es, como la que experimento cada maldito año, de que a pesar de estar en la carrera que quiero y estudiar lo que realmente me gusta, no estoy aprendiendo una mierda por parte de los profesores. La sensación es horrible. Y si además le sumamos la increíble norma de que si suspendes una asignatura una vez, la siguiente vez que la curses se doblará el precio de ésta, pues... apaga y vámonos.
Así que, sin más, me despido tras este gran desahogo. Simplemente daros ánimos a los que estáis en una carrera e invitaros a que intentéis aprender por vosotros mismos, y no a memorizar textos sin sentido como nos obligan con estos asquerosos exámenes que no hacen más que promover el vómito de páginas y no el razonamiento ni la aplicación de conocimientos.
Hasta la próxima.
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