El Diario de Solrac

Sinopsis: "Ahora el guionista J. Michael Straczynski ofrece la versión moderna del relato del único superviviente del planeta Krypton y de su lucha por salvar a la humanidad de las mismas fuerzas alienígenas que destruyeron su mundo natal. Junto al dibujante Shane Davis (Green Lantern), Straczynski presenta una encarnación muy distinta de Superman."

Es muy difícil contar una historia que ha sido narrada tantas veces. El arco argumental de un Clark Kent joven, marginado y aún sin dar a conocer al mundo su facete kriptoniana, es un recurso que los guionistas han usado casi anualmente. Ya sea en universos paralelos, en pequeños flashbacks dentro de la continuidad canon... Es una historia trillada. Sin embargo, Straczyniski consiguió dar un enfoque distinto a la ya mencionada trama del veinteañero procedente de una granja en Kansas. La visión moderna y "realista" -no olvidemos que hablamos de un super hombre...- resultó ser la combinación perfecta para llamar la atención del lector. Superman: Tierra Uno es uno de esos tomos que son obligados tener en tu biblioteca si te consideras un fan del Hombre del Mañana.

Como de costumbre, habrá unas partes bien diferenciadas en esta reseña con el único propósito de un mejor entendimiento. Así, hablaremos de: la historia, el guion, el dibujo y una opinión final a cargo de un servidor. Comencemos:

Como ya he dicho, la historia de un joven Kent marginado y sin saber que hacer con su vida es ya un clásico en el noveno arte. Casi siempre es un detonante lo que obliga al muchacho a prueba de balas dar a conocer a su lado más badass: Superman. Y en está historia no iba a ser distinto. Evidentemente, voy a intentar no soltar ningún spoiler, ya que como ser humano sé lo que molesta eso, ¿verdad?

Una vez revelado al mundo al hombrecito de azul y rojo, éste entra en el debate infinito: ¿Es Superman una amenaza?... ¿Debemos controlar a Superman?... ¿Es un hombre, un pájaro o un avión?

Esta situación de incertidumbre por cómo reaccionará el mundo ante Superman, no hace sino aumentar la depresión del joven Kal-El. Tras salvar el día un par de veces más -ya sabéis, cosas de Superman-, vemos un lado más humano del kriptoniano: amor, preocupación, independencia... No olvidemos que hasta entonces, por muy Hombre de Acero que sea, seguía viviendo del cuento, por lo que también vemos a un Clark Kent en busca de su primer trabajo. A pesar de que todos sepamos en que curro terminará... ¡Maldita sea, a mí me picaba la curiosidad!

También existe hueco para el amor, oh si... Es Superman, por el amor de Dios. Vemos un primer acercamiento entre el indestructible prototipo de héroe con una compañera de apartamento que sabe lo que quiere, así sin más.

Pero, tranquilos, no todo es un repaso a la vida diaria, y a veces aburrida, de Clark Kent. Evidentemente aparece un villano. Y, evidentementeeeeee, es Lex Luth¡Naaah! No es Luthor. Ese sale al final -uy, spoiler-. Aparece un villano que adquiere toda la energía de cuanto bicho viviente que toca. Superman tardará más de lo previsto en derrotarle. Aprenderá por el camino qué es ser Superman, y que el Gobierno Estadounidense pude resultar bastante toca-cojones.

Al final del día, como siempre, Sups ha salvado a todo el mundo y aquí no ha pasado nada. Sin embargo, lo bueno de esta historia es el interior, no el final. El final, tiene sus cosillas, pero no es nada del otro mundo. Es el típico final que pretende quedar abierto para dejar pensando al lector, pero bah. A lo que yo me refiero, querido lector y querida lectora, es a que el transcurso de los hechos está muy bien construido, es muy fluido. Ameno de leer, sin duda.

Straczynski logró un buen guion, de eso no hay lugar a dudas. Y a pesar del comienzo repetitivo que vemos en todos los reboots Superman y del final algo flojito, la trama en sí es buena. Es cierto que el villano parece ser indestructible y al final acaba siendo derrotado por la mayor de las simplezas -topicazo del cómic-, pero creedme cuando os digo que es un buen guion, salvo detallitos. Pero nada es perfecto, ¿no? Bueno... salvo todo lo que toca Alan Moore. Jodido Alan Moore...

El dibujo de Davis es muy bueno. Muy, muy bueno. Es realista, algo que le viene que ni pintado -joder, menudo chistaco me acabo de marcar de gratis- a esta obra. El guion estaba enfocado a otorgar a la historia de como paso Clark Kent a ser Superman un tono más moderno y realista, es decir, el efecto Nolan. Y el dibujo de Davis realza todo esto. Es dinámico cuando se necesita para las viñetas de acción, y es sombrío y serio en las que se tocan aspectos más humanos. Genial, de verdad.

Sin duda recomiendo esta historia. La edición de ECC es maravillosa. Además de que en esta colección de novelas gráficas de DC Cómics te viene la primera aparición del héroe en cuestión o alguna historia especial al final del tomo. La impresión está cuidada y muy bien detallada. No suelen cometer errores de edición en ECC, por lo tanto es de agradecer esta labor de vez en cuando. Ahora mismo no hay mejores ediciones calidad-precio en el mercado, a mi parecer. Por lo tanto, recomiendo esta historia con toda sinceridad. Veréis a Superman de un lado más humano, más miedoso de mostrar sus poderes (muchos tendréis en mente Man of Steel de Snayder y Cavill, pues hacéis bien).

Sin más, me despido. Nos vemos en la próxima reseña friki de esta maratón de DC Cómics ;)

Hasta la próxima.